centinela

Que hace esa canción, insaciable centinela, canciones que solo retumban sonidos que me piden salir en silencio, a través de sentimientos no encontrados, que tengo que tomar la decisión de actuar de otro modo, pero dime si algún día dejarás de engañarme ángel centinela, o seguirás con tus sonidos en mi mente.
Hablando silenciosamente dentro de mí, nadie es capaz de escucharte, pero ya me tienes sorda de tanto que me gritas, me desata la ira cuando vuelves dentro de mí, me desata la ira y la impotencia al actuar de una manera en la que tú quieres que haga, pero no es mi razón, puedes llegar a dominarme cuando veo que tienes el control?, dime maldita conciencia hace algo, deja de estar ahí sin hacer nada....
....... Las voces continuaban dentro de su cabeza, el murmullo hacía desatar en ella las más desagradables consecuencias, esa que solo son visibles si subes su manga, te darás cuenta como quiere salir ese sentimiento, ese sentido.
Hace el bien, deja de caerte, ya levántate, que palabras que sólo hacen que la voz tome fuerza y siga atormentando.... ¿debes dejar todo así?..
¿dejar que todo siga como si nada ocurriera?...
pues ella no lo sabe ni yo tampoco, ¿eres la misma silueta, la misma voz, el mismo cuaderno de la composición o es más que palabras sin sentido que afloran desesperación?...

Una Voz

" A la voz que vive dentro de tí"

Despojandose de sus vestidos, un hombre de aspecto modesto impulso su mirada y clavó sus ojos en el cielo, nada poseía, sólo traía lo puesto y se sentó al lado de un vertedero.
-¿que os he hecho para merecer esto?-. una voz al lado de su cuerpo le decía.
-mejor pregunta el porque de esto.
A su vez aquel mendigo poniéndose en pie observó que a su alrededor solo estaba él, y nadie más.
tras un momento de silencio volvió a sentarse, en ese instante la voz misteriosa hizo su aparición.
- Hola- tenía un tono agradable pero desesperante.
-¿quién tú eres?, ¿qué os quieres?- preguntó el mendigo sin separa los labios.
-No preguntes quien soy, pregunta mejor como llegue aquí.- nuevamente la voz emitió un sonido dulce.
- No me interesa como llegaste, solo dime quién eres y de dónde me hablas, porque sinceramente no puedo verte.- Sugirió el mendigo.
- No te das aún cuenta mi buen amigo?- Dijo la voz después de un suspiro.
- No, y no lo haré hasta que tú me lo digas- resolvió furioso el hombre.
- como podré comenzar para que no resulte tan abrumador.....
interrumpiendo el hombre cada vez más colérico
- Solo habla.
En ese momento hubo una gran pausa en la cual ni una ráfaga de viento se escuchó en las calles....

.... ¿Ya entendiste cierto?, rompió el silencio aquella voz.

El mendigo perplejo por un momento reflexionó y se dio cuenta en que la voz, no era más que él, era esa voz que había dejado olvidada años atrás, y que lo envolvió por venganza.

"No olvides esa voz que está dentro de tí, sácala a relucir, no sea que cuando intentes esconderla, sea ella la que te absorva y pierdas la oportunidad de tener con quien charlar."